Hacer journaling es mucho más que escribir un diario. Es una forma de ordenar tus emociones, aclarar tu mente y dejar huella de tus pensamientos más profundos. No existen reglas: puedes escribir una frase, una lista de gratitud, una anécdota, o simplemente lo que estás sintiendo. Puedes decorarlo con washi tape, recortes, ilustraciones, stickers o incluso pétalos secos. El journaling combina escritura con arte, reflexión con diversión. Te ayuda a ser más consciente, a mirar hacia dentro y a reconectar contigo. Solo necesitas una libreta especial, un bolígrafo que te encante y unos minutos al día para ti. Escribe, decora, respira... y repite.
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